El Agua potable una cuenta pendiente en Funes
Diversos y extendidos análisis físicos, químicos y bacteriológicos de muestras de aguas tomadas en distintos lugares de la localidad de Funes nos muestran en primer lugar contaminantes bacteriológicos diversos (napas contaminadas por pozos ciegos) además de nitritos y nitratos (productos de las fumigaciones).
Que más se trae el agua de Funes?
Arsénico (genera arsenicosis en animales y humanos), magnesio y calcio en exceso (afectan considerablemente a la calidad de vida y el confort – léase sarro). Todos estos contaminantes naturales del escurrir del agua en las capas geológicas de nuestra región,
Publicaciones diversas, incluidas las oficiales, plantean una diversidad operativa importante (acueducto desde Rosario, pozos de extracción diversos, mezcla de aguas de pozos con agua de ASSA, plantas de ósmosis barriales, redes ya enlazadas, redes por enlazarse, etc). Esta heterogeneidad es sospechada por la población, en especial si uno se aleja del casco céntrico, de tal forma que la gente declara «no tomar agua de la zona», acertadamente en muchos casos, mientras que se proveen de bidones en el supermercado o en algún centro de distribución comunitario.
Este estado de confusión tiene su origen en la dilatada extensión de su territorio, la falta de uniformidad del asentamiento poblacional así como de políticas históricamente cortoplacistas
En la actualidad existen zonas de la ciudad, como parte de la Zona 5 (al este de calle Ávila), barrio Tomás de la Torre, Funes City, Funes Town y gran parte de la zona oeste que todavía no tienen acceso al agua potable en sus casas, algo que, vale destacar, es un derecho constitucional. ¿Cómo se resuelve esta problemática? Con las atareadas canillas públicas y tanques comunitarios.
En el barrio Tomás de la Torre, por ejemplo, la tarea de abastecimiento del vital líquido la cumplen la canilla que se encuentra en la intersección de las calles Tomás de la Torre y Mitre y la que está metros antes del paso a nivel de la calle Jorge Newbery y Pedro A Ríos, frente al aeropuerto internacional Islas Malvinas. Mañana, tarde y noche se ven familias cargando varios bidones para su consumo personal, e incluso se generan colas en ambas canillas.
Lo mismo sucede con la mitad de la Zona 5, que es abastecida por la canilla pública que se encuentra en Ávila y Bouchard, a metros del Dispensario Eva Perón, o con el barrio Funes City, que recibe agua por medio de una canilla en la esquina de Las Ranas y Urquiza. Increíblemente, en el pequeño pulmón verde que se halla delimitado por las calles Houssay, Catamarca, Mitre y Córdoba, hay dos canillas públicas (herencia de un emprendimiento gastronómico que hace unos años no tuvo un buen final) que son casi desconocidas y, en consecuencia, tienen casi nulo uso.
¿Cómo se resolvió el tema en zona oeste? Lo explica Alejandra Kloster, jefa de distrito de Aguas Santafesinas: “Hicimos un convenio con Juvenal Rímini, entonces intendente, por el cual el municipio colocó tanques comunitarios”. ASSA se encarga de llenar estos tanques a los cuales la gente acude con sus bidones para abastecerse, tal como lo explica Carlos Mirabella, jefe técnico de ASSA en Funes, quien comentó que “los tanques tienen mil litros, y son llenados lunes, miércoles y viernes por la cuba”, aunque aclaró que “llenamos cuando se puede, muchas veces las canillas de todo el pueblo son vandalizadas, o los tanques están rotos y no podemos llenar hasta que se arregle el inconveniente”.
La cantidad de tanques comunitarios que hay en la ciudad asciende a veinte, y diecinueve de ellos se encuentran en zona oeste, donde sobresalen los dos tanques que abastecen a la Escuela 1061, o los que se encuentran en Maistegui y Miramar, para abastecer al Dispensario Maradona.