Despedidos por Barreto volvieron a reclamar al Concejo

En la sesión de ayer del concejo los trabajadores despedidos por el intendente volvieron a hacerse presentes porque no les dieron una respuesta. Los trabajadores habían denunciado ante los ediles que fueron despedidos sin motivo aparente y que, además, para realizar la que era su labor el Ejecutivo contrató a otras dos personas quienes a su vez intentaron subcontratar a los despedidos, pero más precarizados. Ayer el escenario se volvió más desgarrador con el testimonio de otra persona que fue despedida sin causa.

Hoy a las 9 AM los concejales iban a acompañar a la municipalidad a los repartidores de la TGI que desde hace alrededor de 20 años realizan su labor «hasta que sean recibidos y les devuelvan su trabajo o les den cualquier otro trabajo de planta». Funes 24 intentó infructuosamente comunicarse con los concejales para saber si esa reunión se llevó a cabo y qué respuesta obtuvieron. El presidente del Concejo, Carlos Olmedo, insistió en el recinto con que al haber trabajado durante tanto tiempo deberían reclamar en la justicia y en el sindicato -ASOEM. Si bien se acordó convocar al sindicato para que se sumara al reclamo, los trabajadores hicieron hincapié en que querían una solución y poder trabajar, no «judicializar el tema y cobrar dentro de 5 años».

Según relataron los trabajadores, el secretario de hacienda del municipio Perrone les dijo que quieren «esperar a recaudar más, esperar a optimizar la recaudación, pero nosotros no tenemos la culpa de que la gente no pague la tasa, son dos temas diferentes, las tasas se reparten. Una cosa es el reparto y otra la recaudación», dijeron los trabajadores con justa razón. A la vez, se quejaron de que «el intendente no dio la cara y por lo menos nos merecemos el respeto de que nos atienda, la gente lo puso ahí por algo. Fuimos a las ocho de la mañana, ¡¡y nos atendieron a las 11!!».

Para colmo de males, los trabajadores y el concejal Míguez profundizaron sobre el espurio acuerdo político-económico que los dejó sin empleo, acuerdo de Diego León Barreto con Rubén Pedalino para que este último presentara una lista en las PASO que perjudique electoralmente al justicialismo. En contraprestación por ese «favor», a Pedalino y Yebara se le otorgó el reparto de las tasas. Los vecinos dijeron que «no es que se ha tercerizado, que se le ha dado a un correo privado, sino que se le ha dado a dos amigos y ellos se encargan de distribuir las tasas. Eso no queda para el municipio, queda para el bolsillo de esos. Es una operación media rara, ahí sí que ustedes pueden intervenir como Concejo. Nos querían devolver el trabajo sin firmar un contrato de por medio. Y si un mes no nos pagan, ¿a quién le reclamamos? Hay mucha gente que despidieron y se quedó en el molde.»

Además, los trabajadores se mostraron «dolidos» por el destrato recibido y la mentira porque nunca les «fueron de frente. Nosotros ponemos la cara, nosotros nos tenemos que aguantar que la gente se nos queje y nos diga ‘¡eh, otra vez aumentó la tasa!, ¡eh, pagué las cloacas y todavía no la hicieron!'»

Un nuevo despido

Soledad Rodríguez también fue a exponer su caso al Concejo. Soledad contó que entró a la municipalidad en 2013, «comencé como personal de limpieza y llegué a trabajar en administración en la Casa de la Cultura. En Julio de este año me llegó una carta de que me quedaba sin trabajo, sin motivos. Nunca tuve pedido de informe, nunca tuve un apercibimiento ni llamado de atención de ningún tipo, nada. Me dejaron en la calle con tres hijos a cargo. Hace tres meses que voy a la Municipalidad todos los días. Hablé con el señor Guillermo Grisolía. Me decía ‘vení mañana, ya te tomamos, quedate tranquila’. Por último hablé con Santiago Carloni, que es el secretario del intendente y me dijo que después de las elecciones el intendente iba a ver dónde me reincorporaba. Inclusive hablé con el intendente y me dijo que él me iba a dar otra oportunidad, que me echaron porque yo estaba con el celular todo el tiempo. No dice en ningún lado que yo estaba con el celular todo el tiempo. Yo por parte de Guillermo Grisolía tengo otra historia, que me echan de la Municipalidad porque a la señora (Secretaria de Cultura, deporte y turismo) Nadia Melaragno no le gusta mi cara. Nadia Melaragno es la mujer del intendente. Grisolía dice que me echan por eso. Te puede gustar mi cara o no, pero atrás cargo tres chicos».

Además, Soledad explicó entre lágrimas que «el año pasado, el 28 de Octubre, se puso una placa en la oficina de tránsito con el nombre de mi papá, Adolfo Raúl Rodríguez. El intendente en ese momento se acercó a mí y a mi abuelo, que vive conmigo, a decirme que cualquier cosa que necesitemos él iba a estar… y después me deja sin trabajo. La respuesta es esa: ‘después de las elecciones vemos dónde te ponemos’. Yo no puedo estar esperando hasta después de las elecciones. El sindicato fue a hablar con el intendente y dicen que le dieron la misma respuesta: ‘después de las elecciones'».

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